Marco curricular nacional: algunas cifras
Culminación del programa curricular
No está probada la factibilidad de que un estudiante promedio de la costa urbana, los más próximos al código cultural del currículo, alcancen el máximo logro posible en todos los aprendizajes esperados en cada área curricular y en los tiempos realmente disponibles para aprender. Dado que el perfil del estudiante urbano costeño no es prototípico, por la enorme diversidad cultural existente, sumado al volumen de horas de clase perdidas cada año y a la baja calidad de la enseñanza, acceder al 100% de logros en todos los ámbitos se vuelve una utopía. En este contexto, las demandas curriculares aparecen excesivas, e inducen a atenderse de manera rápida y superficial, sin verificar logros, simulando en verdad el cumplimiento del programa.
Tendencia a la aplicación parcial del currículo.
Los contenidos curriculares que los docentes dejan de enseñar pueden explicarse también por su escaso dominio sobre ellos, aunque suela atribuirse a la supuesta incapacidad de los estudiantes para aprender más. Según datos de la Evaluación Nacional 2004 del Ministerio, los docentes del 53,4 % de estudiantes de 6º grado de primaria no cubren la totalidad del currículo en lo que respecta a la «producción de textos»; y los docentes del 49% no lo cumplen en «lectura de textos». En promedio, los docentes del 51% de alumnos no cubren el currículo en el área de comunicación. Asimismo, los docentes del 66% de estudiantes del 6° grado de primaria no terminan lo programado en el currículo en el área de lógico matemática[1].
[1] Resultados de la IV Evaluación Nacional del Rendimiento Estudiantil 2004. MED-UMC. Lima, noviembre 2005. Tema: cobertura curricular.
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